jueves, enero 25, 2007

Breve reflexión

Os copio una reflexión de Ernesto Sábato en El escritor y sus fantasmas, interesantísimo ensayo sobre la novela y la creación en general. A mí me ha hecho pensar.

El principal problema del escritor tal vez sea el de evitar la tentación de juntar palabras para hacer una obra. Dijo Claudel que no fueron las palabras las que hicieron La Odisea, sino al revés.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Que estupenda coincidencia. Ayer, estuve un rato (ocioso) dándole vueltas a una idea de Wittgenstein que no me terminaba de convencer "los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo". Pensaba para mi que quizá tuviera razón porque cuantas veces decimos "no encuentro palabras para expresar"- Pero más bien pienso que son los límites del mundo interior la causa de la pobreza del lenguaje, puesto que si uno tiene algo que expresar acabará ingeniandoselas para encontra la forma de decirlo (y que le entiendan) Quien dijo aquello de que la genialidad surge en la escasez. Un quidam
PD ¿Por qué es interesante el libro de Sabato? ¿Lo recomiendas? ¿tiene pegas? Gracias por la recomendación

Anónimo dijo...

Creo que no todo lo que tenemos en el mundo interior lo podemos expresar. Por lo menos yo siento una tremenda frustración con cieta frecuencia. El libro de Sábato es muy interesante porque se trata de las consideraciones y reflexiones de un creador que es mucho mejor ensayista que novelista y porque reflexiona sobre la actividad creadora de una forma inteligente, poética, intuitiva y sencilla. No tiene incovenientes, si te refieres a lo que pienso cuando dices inconvenientes. Wittgentein es sugerente y peligroso a la vez; yo me emocioné con su teoría sobre lo inefable y la posibilidad exclusiva de llegar a ella mediante la poesía, pero utilizar la poesía como único instrumento de conocimiento es peligroso. Le dediqué tiempo, hice un trabajo sobre el asunto y mi conclusión es que Wittgenstein era un hombre honrado, admirable, profundo y equivocado.

Anónimo dijo...

El otro día entre a una pizzería en mi barrio que pusieron nueva y me quedé muy impresionado al ver este cartel, muy seguramente invención de la calle, pero que a mí también me hizo pensar
--El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace--
Me gustaría que me ayudases-Juan- creo que te llamas, por un comentario que te han dejado antes.
Seas quien seas, Artemi, te pido que me ayudes a reflexionar sobre eso
Y recuerda, El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere, sino querer siempre lo que se hace
Gracias y adiós

Taiotean

Anónimo dijo...

Pues no sé si te voy a ayudar, pero te voy a decir lo que se me ocurre sin haberlo pensado mucho: el secreto de la fidelidad es querer, amar. Y ahora, desdendiendo al cartel, me parece evidente que tiene razón. En la vida hay que elegir, y muchas veces esa elección no tiene marcha atrás. Por otra parte, las circunstancias muchas veces nos determinan de cierta manera. Acabo de estar con un amigo que me ha tocado unas canciones preciosas(suyas) y le he manifestado mi rabia por la inutilidad que tengo para tocar cualquier instrumento. Puedo ser tímido y desear no serlo. Puedo ser profesor y querer viajar (para lo que hace falta tiempo y dinero). Pero soy como soy por muchas elecciones que he hecho en mi vida, por mil circunstancias que me han venido sin buscarlas. Lo que quiero decir es que el secreto de mi felicidad está en que yo sea el mejor yo que puedo llegar a ser (Octavio Paz desarrolla poéticamente esta idea). Para ser feliz hay que amar y dar lo mejor que uno tiene, no lo que le gustaría tener.
No sé si te he ayudado en algo, en cualquier caso, perdona la extensión y la pocxa claridad.

Anónimo dijo...

Muchas grcaias, creo que me servirá de ayuda cuando yo reflexione sobre ese tema

Anónimo dijo...

Por tanto, ¡viva el escritor que vive!