domingo, octubre 21, 2007

Vinieron como golondrinas, de William Maxwel


Bellísima novela. ¿Por qué? Quizás por su sinceridad. Sin duda, desde el punto de vista estilístico recuerda a Al Faro, de Virginia Wolf; ese examen a fondo de una mujer extraordinaria realizado desde diversos puntos de vista no es lo original de la novela, ni su punto fuerte, la calidad de la escritura de la inglesa es muy superior. Sin embargo, hay una suerte de hechizo en esta mujer, y en los personajes que nos van desvelando poco a poco y parcialmente su importancia que llama la atención.
Cuando william Maxwel tenía diez años murió su madre. El editor de Salinger y O`Connor también escribió novelas, probablemente (siguiendo a Vargas Llosa) para exorcizar esos demonios, creando una nueva "realidad ficticia" a partir de una "realidad real". Partiendo de este punto continuamos con la crítica. Pongamos que Bunny es el niño que era Maxwel cuando murió su madre. Robert sería el adolescente problemático (todo novelista es problemático en esencia) que fue el autor huérfano al poco de fallecer ella. James, el padre, es el novelista que intenta entender qué pasó, que trata de saber qué tiene que hacer ahora sin su mujer.
Maxwel podría estar haciendo un strep-teasse (no estoy muy seguro de que se escriba así pero no pienso comprobarlo en internet) a la inversa, seguimos con la terminología vargasllosiana. El disfraz, para mutar esa realidad en una fantasía, quizás mejorada, consiste en desdoblar al niño huérfano de diez años, al niño huérfano ya adulto. No lo sé, pero esta novela suena muy sincera. Un canto a la madre. Un canto sin duda merecido.
Y por seguir con el método crítico de Vargas Llosa, debería explicar mi relación personal con la novela. La empecé a leer hace unos días. En medio, falleció la madre de un alumno. Puedo decir que la novela me ha tocado mucho, me ha llegado muy dentro. Me ha ayudado a entender muchas cosas. Os pido oraciones por la madre, y por toda la familia (los más de dos niños, el marido...) Debía ser una mujer extraordinaria, de eso no me cabe la menor duda.

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