viernes, octubre 31, 2008
Las aventuras de Wesley Jackson, de William Saroyan
Gracias, Saroyan, por escibir novelas como ésta, en las que la fe en el ser humano y el optimismo radical en el hombre perviven. Yo leo mucha literatura del siglo XX: el poso amargo que ese siglo dejó en tantas almas se traduce en el arte y en la literatura en un grito desesperado de dolor. Pero tú, Willy, consigues que de vez en vez, acaso cuando más falta nos hace, inyectarnos una dosis de alegría, de fe.
Wesley Jackson es un joven americano de dieciocho años que es alistado por el ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Conoce unas personas excepcionales, maravillosas, y él es uno de esos personajes excepcionales, maravillosos, tan habituales en las novelas de Saroyan y tan habituales (que no nos engañen) en la vida misma. No es un libro antibelicista, como reza la contraprtada de la edición del Acantilado. Lo es, pero es mucho más; es un canto a la belleza, al amor y a la verdad. Cuando leía el capítulo del hombre que por fin toca el trompón cuando le consiguen el sombrero de paja me emocioné tanto que tuve que salir a darme un paseo.
Un librero me dijo que a finales de este mes se iba a publicar la autobiografía de William Saroyan. Para que estéis atentos.
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