Para los lectores de poesía he de recomendaros dos grandes libros. Uno podría considerarse ya un clásico de la poesía amorosa contemporánea, del genio Pablo Neruda. Los versos del capitán (1951-1952) es, probablemente, uno de los mejores poemarios del nobel chileno. Se podría decir que está en las antípodas de la poesía petrarquista de Garcilaso, e incluso de los libros de su amigo Salinas. Esto se debe a la importancia que otorga al cuerpo y a lo físico, aunque también lo hace a la naturaleza.
La conciencia del poeta de "voz de los hombres", de profeta de su tiempo, que posee Neruda desde el Canto General se percibe en muchos poemas del libro, igual que el asunto de la americanidad. pero es el amor el asunto omnipresente en todos los versos, un amor con un fuerte componente erótico y espiritual, nada platónico y nada hedonista. Nerudiano. Os transcribo tres versos:
Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.
Muy distinto es Confidencias, de Eloy Sánchez Rosillo (Renacimiento, 2006), antología del poeta realizada por Andrés Trapiello. Puedo afirmar que este libro es el que más ha satisfecho mi ansia de belleza en el último año. La serenidad y el clasicismo de sus versos han conseguido que sienta esa conmoción estética que remueve todo por dentro. Os escribiría cientos de versos que he anotado en mi cuaderno, pero os aconsejo que os acerquéis a una librería o a una biblioteca corriendo y os compréis este libro tan bien editado y prologado y lo leáis, y os emocionéis y y deis gracias al cielo conmigo por descubrir, de cuando en cuando, maravillas como esta.
El libro, optimista y profundo, utiliza sobre todo el verso blanco, endecasílabo. Atrapar el instante bello, retener en el recuerdo el chispazo es lo que buscan sus versos. La vuelta a la infancia (paraíso no perdido por poetizado), la belleza, la eternidad y la inmortalidad son los temas de estos poemas claros y sencillos, y a ratos, tiernos y melancólicos. Para brir boca, unos versos del poeta murciano, del poema "La amistad":
No pienses que fue breve la hermosura
de esos días que hoy cantas, ni escasa la alegría
que la fortuna os diera: la belleza
sólo un tiempo requiere, y su fugaz reinado
tiene la permanencia de lo eterno.
Y otrso verso que resumen muy bien todo el tono del libro, de "Apuntes de una tarde":
Que otros canten las armas y a los héroes,
los abismos del ser
o la complejidad del universo.
Dejadme a mí que diga la gracia irrepetible
de esta tarde de abril, la efímera hermosura
de la luz, que es mi amiga y que plácidamente
acaricia el papel en el que escribo.
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