He tenido que leer tres veces este librito de Roger Wolfe,
Afuera canta un mirlo (Huacanamo, Barcelona, diciembre de 2009) que compré por recomendación de Luis Alberto de Cuenca. Y es magnífico. Al principio me desconcertó la sobriedad de su estilo, después la disimulada profundidad de sus versos (tan disimulada que no la advertí) y a pesar de que el primer poema prometía mucho de lo que me gusta, quedé desconcertado. Hasta la tercera lectura no leí adecuadamente los versos, porque no descubría dónde estaba la música y los leía una octava por arriba, pero sí, allí estaba la música, y la profundidad y la belleza.
Este hombre, que mira tanto por la ventana, que fuma tanto y contempla, me ha ganado, y sus versos, tan narrativos, tan reflexivos y tan cotidianos ya los he releído muchas veces y se los he leído a algunos amigos. Aquí va un botón de muestra, aunque creo que este poema no le gustaría demasiado a Chesterton...
Hay más misterio
en un huevo -por ejemplo-
friéndose en aceite
que en tods las leyendas
y todos los cuentos de hadas
del universo.
El misterio
y el milagro
de la vida
y de la muerte:
un huevo -por ejemplo-
chisporroteando
en una sartén llena de aceite.
3 comentarios:
Pues yo creo que cuando Chesterton dice que el cree en la filosofía de los cuentos de hadas, es justo a eso a lo que se refiere... a que los cuentos de hadas son más sencillos de entender que el huevo que chisporrotea en la sartén.
Tienes razón, de hecho mi primer impulso fue de rechazo, pero...
Tinta se actualiza... Y el rincón literario de un joven alumno también... A ver qué te parece... Pueden ser material para esa pequeña isla de papel que se está forjando...
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