domingo, octubre 29, 2006

Una reflexión

Hace un par de semanas estuve viendo una película de esas que te dicen algo, que te dejan tocado: Gente corriente, de Robert Redford. Me he acordado porque leyendo Guerra y Paz hay un momento en el que hablan de Sonia como una persona sacrificada, abnegada, en cierto modo heroica. Pero es "una flor estéril", una persona que "como los gatos, se habitúan antes a la casa que a las personas que habitan en ella." En la película, ya al final, el padre le dice a su mujer unas palabras tremendas, pero ciertas. Más o menos, cito de memoria, le dice: "Eres firme, pero no fuerte. No te entregas, no amas." En la siguiente escena ella hace las maletas y se va de casa; le ha dicho la verdad. Dicen los filósofos que para ser feliz hay que amar y sentirse amado, evidente, por otra parte. Por eso decía Aristóteles también que para ser feliz hacía falta tener amigos, virtudes y buena suerte.

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