Un poco de flamenco

Ayer me sucedió una de las mejores cosas que me han pasado en mucho tiempo; estuve en el recital de Vicente Soto, "Sordera", en Alcalá de Henares. Nunca había estado en el Corral de Comedias de Alcalá. El simple hecho de entrar en el teatro supuso un primer impacto estético. Tampoco había escuchado cante jondo en directo (salvo una vez en el retiro, pero era otra cosa, claro). Tras apagarse las luces, a oscuras, se escuchaba el compás del martinete producido con los dedos de Vicente, que a capella se lanzó con un cante estremecedor. Luego vinieron soleares, seguidillas, una alegría (otro palo del flamenco) que fue, con las bulerías finales y el martinete del comienzo, lo mejor de esa inolvidable noche, con versos de Lorca, Bergamín, Machado... La fiesta continuaba fuera, saludos a Vicente, al guitarrista, al resto de equipo; unas gitanas cantaban y daban palmas que daba gusto oírlas; el clasico colofón, una tertulia con los amigos que fuimos en un bar que se llamaba "La Tertulia", precisamente, en la misma Plaza de Cervantes, etc. Me gustaba el flamenco, pero no demasiado, quizá por lo exótico y populista que tiene. Uno de los amigos que se vino, que toca la guitarra, nos había explicado previamente todos los tipos de palos que hay, un poco de historia del cante, anecdotillas... Lo suficiente para disfrutar y paladear la función. ¡Se me abrió otro mediterráneo!
Si queréis saber algo más de flamenco, en esta página explican todo de manera sencilla y amena:
http://www.esflamenco.com/palos/