domingo, diciembre 03, 2006

Sartre y Camus

El año pasado cayó en mis manos Barioná, el hijo del trueno, una obra de teatro escrita por Sartre en un campo de concentración nazi. La historia es que un sacerdote católico, al aproximarse estas fiestas navideñas, le pidió que hiciera una obra sobre la Navidad para que representaran los presos. Y escribió una obra de teatro asombrosa, con una fuerza interior y una poesía que no dejan indiferente. Intenté representarla con los alumnos, pero se nos vino el tiempo encima, a ver si el próximo curso lo consigo. Es curioso que Sartre escribiera esta obra. Es curioso que en esta obra el primer seguidor de Cristo fuera el prototipo de existencialista. Es curioso que esta obra haya sido silenciada durante tanto tiempo, pero ahora que es fácil de adquirir y se acercan estas fiestas navideñas puede ser una buena lectura. Una sugerencia, sin más.

Realmente se me vino a la cabeza esta obra porque estoy leyendo dos libros que ya os comentaré más despacio: Entre Sartre y Camus, de Mario Vargas Llosa y un ensayo de un americano que cuenta su amistad y conversaciones con Camus, el libro se llama El existencialista hastiado. Y de paso voy a pedir a la editorial "Voz de papel" una comisión por la publicidad que les hago.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No la he leído así que no puedo hacer un juicio, pero si tengo un cierto prejuicio, algo así como apuntar hacia una zona determinada del bosque donde no se ve la presa pero se la espera. Me temo que la obra de Sartre estará escrita desde una perspectiva en exceso pietista, lo que no se si vendrá a reforzar la comprensión sentimental de la fe que tenemos hoy en día, olvidando que la fe ante todo es Verdad y que la verdad tiene que ver con el conocimiento, no con el sentimiento. La leeré y veremos si se me escapó la presa.

Artemi dijo...

Si la lees disfrutarás de buena literatura y creo que sí, que esta vez se te escapó... pero es muy lógico tu juicio, sin conocer la obra; lo sorprendente es que no es así.