lunes, marzo 26, 2007

Mis poemas I: Juan Ramón Jiménez

Hace poco más de tres años, la editorial Visor, con motivo de su publicación número 500 en su colección de poesía, convocó a los “130 mejores lectores de poesía”. Cada uno debía escoger el mejor poema escrito del siglo XX en español y explicar en un breve ensayo los motivos de su elección. El libro es magnífico, hay de todo, tanto en los poemas como en los comentarios que preceden a éstos (desde ensayitos más subjetivos y personales hasta otros más académicos, pasando por alguno humorístico, alguno genial por su originalidad y alguno gris por lo típico y por los tópicos de siempre con los que justifica su elección, su interpretación del poema, etc.). Es un libro que recomiendo a todos, la única pega que le encuentro es que se les pasó avisarme, así que yo, no contento con elegir un poema y explicar porqué me gusta por encima de otros muchos, lo voy a hacer con diez. El primero de ellos es el que hubiera puesto en esa magnífica antología. Es un poema de Juan Ramón Jiménez.

Lo leí por primera vez en los albores de la adolescencia, con catorce o quince años. Dicen, y estoy de acuerdo, que la poesía es, por encima de todo, una forma, un método de conocimiento. Allá por mis quince abriles este poema me conmovió tanto que se quedó grabado en mi memoria. A mis 28 noviembres el poema me dice algo totalmente distinto de lo que me decía hace ya casi quince años, pero sus gerundios me han acompañado durante estos tres lustros.

El uso del gerundio no es casual, el gerundio indica continuidad, ni pasado, ni futuro; presente, pero un presente que se proyecta en el futuro sin olvidar el pasado. Más allá, se podría decir que el poema pertenece a ese tiempo que es la eternidad anhelada, la eternidad que aquí vislumbramos con la esperanza puesta traspasada la cerca de la temporalidad aparente en que estamos inmersos.

El poema dice tantas cosas que sólo voy a comentar tres; la presencia del Carpe Diem; (Andando, andando. / Que quiero oír cada grano / de la arena que voy pisando). Qué invitación más sugerente a vivir el instante con ese amor y esa intensidad que merece; la apología de la vida serena frente a la deshumanización que las prisas quieren instaurar en nuestras vidas (Dejad atrás los caballos, / que yo quiero llegar tardando / - andando, andando-, / dar mi alma a cada grano / de la tierra que voy pisando); y los dos últimos versos, en los que lejos de poder ser interpretados como una rendición a la tristeza y al pesimismo son un “canto” realista y alegre, el dolor no implica infelicidad, más bien al contrario; el dolor es inseparable del amor, de la belleza y de lo mejor. Juan Ramón veía en la muerte la plenitud de la vida.

La rima del poema es sencilla, (asonante en –áo- en todos sus versos). Su retórica, inexistente. La sencillez de estos versos, lejos de convertirlos en “simples”, son la razón de su profundidad y de su belleza.

Andando, andando.
Que quiero oír cada grano
de la arena que voy pisando.
Andando, andando;
Dejad atrás los caballos,
que yo quiero llegar tardando
- andando, andando-,
dar mi alma a cada grano
de la tierra que voy pisando.
Andando, andando.
¡Qué dulce entrada en mi campo,
noche inmensa que vas bajando!
Andando, andando.
Mi corazón ya es remanso;
ya soy lo que me está esperando
-andando, andando -
y mi pie parece, cálido,
que me va el corazón besando.
Andando, andando;
¡Que quiero ver el llanto
del camino que voy cantando!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Artemi, chico, últimamente estás de un torrencial que no veas... el caso es que prefiero tus anteriores entradas, más escuetas y sugerentes.
Charles F.K.

Anónimo dijo...

Buff, te tenía abandonado, Artemi.. ya hacía tiempo qu eno me pasaba por aquí. Pero he vuelto.

Si no em equivoco, este es uno de los poemas que tenían preparados tus alumnos para el concurso de lectura.. muy bueno. En contraposición al de Quevedo.

Anónimo dijo...

No me gusta mucho Juan Ramón Jiménez...


taitotean

Artemi dijo...

Quizá sea demasiado intelectual, en general, pues como se ve en el poema elegido a veces no lo era tanto.

Anónimo dijo...

andando, andando...

Anónimo dijo...

Querido Artemi, aún sigo esperando la respuesta...

Anónimo dijo...

Anónimo, no sé a qué pregunta te refieres, de todas formas, si no firmaras como anónimo sería más fácil que descubriera tu pregunta.

Anónimo dijo...

Los siento, perdoname, Artemi , por ésta equivocación mía, pero a la pregunta a la que me refería era la que pones en un P.D de una anterior entrada, lo siento de nuevo por mi equivocación al no firmar mi comentario, pero esque siempre que intento hacerme una cuenta de google no me deja, por lo que desisto y firmo con este nombre, aunque ponga anónimo...


taitotean

Anónimo dijo...

concretamente, taitotean, en el post de RAP

Anónimo dijo...

Me parece que éste blog está llegando a su fin...

Anónimo dijo...

No está llegando a su fin, por el contrario está empezando a crecer, madurar... Si echas de menos entradas es porque salido del barrio unos días, pero esto os lo contaré en breve, de hoy no pasa.