lunes, octubre 01, 2007

De nuevo, con todos ustedes...

Ya sé que hace mucho que no escribo, ya sé que mi itermitencia es, cuando menos, maleducada, ya sé tantas cosas... Por ejemplo, esta mañana iba pensando;

Me rindo, la vida
me ganó la partida.
Bebo, deleitándome en cada sorbo,
la cicuta del alma, etc...

y todo porque tenía una cita a las dos y media, se me olvidó el paguas y estaba calado, frío y pocas ganas de ver a quien tenía que ver... Todo perdió, definitivamente, el sentido, cuando descubrí que había quedado mañana, pero ya estaba empapado, y esperaba a alguien que hasta venticuatro horas más tarde no llegaría. Menos mal que en un minuto me dio la risa de lo tragicos que somos a veces por una chorrada. Respiré el aire húmedo, me palpé la ropa mojada y me dije;

que te lo has creído,
a la vida le tomo el pulso
esta tarde sin falta
hago posta en la barra.


(Cuando lo pensé
no sabía
a cuál me refería)

Abajo os recomiendo un libro, no dejéis de leerlo, mañana os contaré un día de paseo y recomendaré la única película interesante que he visto últimamente. Saludos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado la historia, es interesante, al igual que los versos, ingeniosos, bien trabajados y satiricos.
Me gusta tu forma de escribir.
un saludo

HALA MADRID

Anónimo dijo...

Ok, me equivoqué. No tienes el blog tan abandonado como yo :S... Prometo que pronto actualizaré. Un saludo.

Anónimo dijo...

Me dijeron el otro dia que el silencio en un discurso crea expectacion, que se puede utilizar cuando vas a contar algo que la gente quiere que sepa o cuando se te va el santo al cielo, para intentar recordar.
Éste, como muchos de los largos silencios en tu extenso y muy elaborado discurso, crean expectacion, si, pero los dos o tres primeros días. Luego ya empiezas a cansarte de entrar y ver siempre lo mismo, el mismo titular siempre, p'or lo que se pirde la regularidad en la atencion: se pierden espectadores.
Hasta el punto en que se deja de entrar. Luego pasan los días y te acuerdas que en un tiempo pasado frecuentabas un blog de literatura que te gustaba, y decides entrar.
Y ves que las cosas están muy cambiadas, ves que pierdes el ritmo de las publicaciones, que ha cambiado mucho la manera de escribir de el autor. Yo en concreto me llevé una gran decepcion cuando ví que me había perdido un gran número de horas sentado en una silla ante una pantalla dibujando en mi mente lo que con bellas palabras éste autor anónimo nos escribe. (no pienses que me decepciono por tu manera de escribir. es mejor incluso). Me dio un arrebato y pensé qué sería de Artemi, y entré, y pensé todo esto, y escribí. y con estas palabras ahora mismo termino mi pequeño discurso escrito.

Un saludo:


taitotean

Anónimo dijo...

Los silencios de esta barra no son retóricos, la culpa la tienen los días, a los que les faltan un par de horas.