jueves, octubre 25, 2007

Un poema de Adam Zagajewski

El autor de En defensa del fervor tiene un poema que expresa todo su pensamiento de una manera brillante. Está recogido del libro Antenas, publicado por El Acantilado. La poesía hímnica, heroica, profunda, honda... Ésa es por la que aboga zagajewski, pues "la poesía es resplandor" (es el título de otro de sus poemas). Está muy bien la poesía de lo cotidiano y todo eso, pero si negamos a la poesía su poder de revelación, de acercamiento a la belleza y a la verdad, ¿para qué? ¿No es urgente que en Occidente redescubramos el mar, las estrellas? ¡Levantemos la mirada más allá de la chata cotidianidad! O mejor, convirtamos la cotidianidad en algo digno de ser cantado, poetizado, por su grandeza, por su resplandor, por lo sublime que hay en ello.

PEQUEÑOS OBJETOS
Mis contemporáneos aman los objetos pequeños,
secas estrellamares que olvidaron el mar, relojes tristes, parados, postales
enviadas desde ciudades que ya no existen
con una letra ilegible,
donde sólo se adivinan las palabras
añoro, o enfermo, o fin.
Admiran los volcanes extinguidos.
No quieren resplandor.

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