Hace tiempo que no escribo, es cierto, pero es que a veces es difícil conciliar la vida y la escritura. No tengo novedades que contaros, pues últimamente ni he leído mucho, ni he visto buen cine y no me ha sucedido últimamente nada extraordinario, además de existir, por supuesto.
Sí que hay tres asuntos apenas dignos de mencionar:
Primo, he abandonado las artes plásticas, pues un día me puse a tallar, y me di tal martillazo que prometí no tocar más aquella maldita tabla. Cuando se me pasó el dolor cogí el lienzo en el que estaba pintando a una preciosa mujer. El óleo azul se había secado así que no salía la pintura. Lo mordí y estalló el bote, azuleando mi boca, mis pantalones, el suelo... Después de escupir y lavarme decidí abandonar definitivamente este arte para el que no he nacido.
Secundo, ahora me dedico a la armónica; ya me he aprendido alguna melodía, y he pedido una dulzaina castellana a los Magos de Oriente, a ver, ya os contaré.
Tertio, escribí un poema en cuartetos. Si no lo he perdido, mañana lo cuelgo.
2 comentarios:
jajaja tu que grande.
y aver si encuentras el poema
vaya, en el renacimiento y en el barroco hay algún ejemplo de artistas totales, que eran pintores, escultores, arquitectos, músicos... tu vas camino de ser un artista total -a medias. Si Miguel Ángel hubiera dejado de esculpir el Moisés porque se hubiera golpeado, o de pintar la Capilla Sixtina porque le hubiera caído pintura en los ojos... Sí, es verdad, tu no eres Miguel Angel y además tienes muchas otras cosas que hacer antes que golpearte un dedo o mancharte la ropa. Animo poeta
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