martes, junio 03, 2008

En la frontera, de Cormac McCarthy


En la frontera, de Cormac McCarthy (Debate, Madrid 1999) es una novela de aprendizaje bellísima, salpicada a ratos de un raro lirismo, o de una extrema violencia, o de los diálogos tan característicos del autor. La prosa de McCarthy tiene algo de mágico y de subyugante, hechizo verbal que emociona y engancha sin entender uno muy bien porqué. Me gustaría destacar tres aspectos de la novela; en primer lugar, la extraordinaria poesía que contiene el primero de los tres viajes de Billy, el que realiza con la loba, con ese final tan hermoso y violento: en el campo de peleas de gallos Billy entra y todos callan. Se va, vuelve, realiza aquel disparo... Hacía tiempo que no leía unas páginas con tanta belleza, y por tanto, tan sencillas. En segundo lugar, ya en el segundo viaje, con Billy y Boyd juntos, la bondad de ambos, la bondad de aquella fraternidad, el aprendizaje del mundo, del dolor y del amor que no cae en los tópicos de tantas otras novelas iniciáticas. En el tercer viaje, de nuevo BIlly a solas (al principio, de vuelta con Boyd) las reflexiones que sobre la verdad se realizan son otra vez sencillas y por eso tan hondas. El corrido que canta al güerito es cierto, igual que la historia que cuenta el gitano, igual que la novela de McCarthy, tan verdadera, tan bella, tan buena... Hacía tiempo que no leía un ligro tan grande. Este misterioso americano ha sido, sin duda, la mayor felicidad literaria que me ha deparado este año. ¡Ah! Y el padre siempre presente... en Niño, el caballo.

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