domingo, mayo 31, 2009

Un poemita en verso libre y disidente de aquel modo

Lo retocaré, esto es, como casi todo lo que aquí escribo, un borrador.

Pido perdón... y la palabra.
Quiero cantar al presente,
decir adiós al ayer,
olvidarme por hoy de mañana
y avisar a cuantos cantan
que afinen cuerdas vocales,
cajones y guitarras
para la canción menos triste
de cuantas escucucharan
o cantaran.
Lo siento, colegas del verso;
ni la nostalgia me embriaga
ni el tedio me acosa
ni tristezas ni penas
ni mujeres que me dejan
provocan estas palabras.
Por eso pedí perdón, y acto seguido,
la palabra.
El frondoso valle, los verdes, los amarillos,
las faldas de esta Pedriza
que tan buenos momentos trajo
en caminatas diurnas
y veladas bajo la luna,
los ocres de montañas lejanas
(símbolo del misterio)
el sol que calienta y no sofoca,
el viento que susurra, los pájaros
que también cantan,
los insectos que no pican,
el tiempo que no pasa,
el amigo que me espera...
Eternidad. Belleza. Plenitud.
Yo sobre una peña.
El cielo arriba, azul.
abajo, la tierra.
El arroyo que se une
a esta balada de los pájaros
y de mi alma.
Tanta claridad rompe las entrañas
(perdón, cededme cuatro versos más)
y la palabra,
grita ya, clama, vicifera
con un bramido tan silencioso
que toda la sierra calla.

3 comentarios:

Eduardo dijo...

Juan, grata sorpresa reencontrarte en este poema. Ya veo a la posteridad devanándose los sesos para adivinar cada rasgo de intertextualidad, cada sentido profundo, cada cada.
Un fuerte saludo,
edu

Manolo dijo...

Juan, otra vez me has llegado, y bien sabes que eso es difícil...
Menos hablar de libros raros y más publicar!
Nos vemos en el estanco!

Jorge S dijo...

Amén a Manolo
en todo lo que ha dicho.
Allá nos veamos...