lunes, enero 07, 2013

Otro de Zagajewski

Esta vez de Mano invisible (Acantilado, Barcelona 2012): fantástico libro, como siempre, del polaco. Ahora releo En defensa del fervor, no dejéis de echarle un vistazo si podéis. El poema en cuestión me parece una maravilla por su realismo (realismo interior, se podría decir) y por la esperanza que, paradójicamente, hay en él.

Perdidos, perdidos en grises pasillos. Por la noche
las bombillas silban como los pitidos de barcas
hundiéndose.
Leemos libros olvidados por sus autores.
No existe la verdad, repiten los sabios.
Las tardes de verano: un festival de vencejos,
en los suburbios estallan las peonías.
Parece que las calles se acortan
por el calor, por la facilidad de la visión.
Lentamente, avanza el otoño sin hacer ruido.
Pero a veces emergemos por un momento
y sucede que brilla la puesta de sol
y aparece una seguridad pasajera,
casi una fe.

No hay comentarios: