martes, noviembre 14, 2006

Me parece indecoroso poner este poema, que es mío, después del de Borges. Aún así lo hago, aunque reconozco que lo he dudado mucho.

Arte poética II

Esculpir el momento: el papel en blanco.
Que surgieran las manchas negras
Línea a línea.
Como una fotografía que captase
Tras el comienzo de una tibia lluvia
La arena blanca oscureciendo, poco a poco, grano a grano.
Como un alfarero que modelara en el barro
El momento preciso en que da forma a la sensual curva.
Como un aristócrata percibe tras esa noche de insomnio
El olor espiritual de un viejo mueble castellano.
Retener para la eternidad con un pincel
La gota de agua cayendo por la mejilla hasta el mentón
Y, suspendida unos segundos en él,
Caer por fin al infinito suelo.
Eternizar con el cincel
Este escribir presente
Que ya es pasado, que se me escapa.
¡No poner punto y final
A este poema que se acaba,
Que se me escapa…!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenísimo... a vuela pluma y a todo correr como si fuera un vino, diría que, aunque es joven tiene solidez, con aromas proustianos, y un toque de "dure" bergsoniana..., un poco de acidez moderna, sólo una palabra, y a pesar de la juventud sabe a clásico. Quizá un poema al que más que el castellano le va el francés. Jaime