lunes, abril 28, 2008

Despertar

Aquí va un soneto. Un alumno, fumador, me dijo que podía escribir un poema al "piti mañanero". Finalmente escribí algo más, escribí sobre esos momentos, a ratos duros, a ratos maravillosos, en los que renacemos del sueño, de ese entrenamiento para la muerte que decía alguno.

El despertador. (Se vuelve difusa
En la primera hora de la mañana
La mirada). Lo primero, la ventana.
El fresco mitiga la hora confusa.

Segundo, café, la mente se atusa
Y alguna idea hace crecer una cana,
Recuerdas la cama, y la cercana
Jornada, invocas, audaz, a la musa.

Tercero, el cigarro, y al tiempo el humo,
Y el rayo rezagado que se estira
Para dorar la estancia, y plenitud

Del día, ya una ducha, sigo y sumo
Tras el desayuno, la pluma y la lira:
Ebrio en la batalla aguardas la luz.

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