viernes, febrero 26, 2010

Varia

Llego a las 8.20 AM. con la lengua fuera. Y una vez más me equivoco; no tengo clases hasta las 10.45. Digo unos cuantos tacos (no muchos) y miro lo positivo, puedo actualizar el blog. Ayer, cuando llegué totalmente calado a casa, y me miré de arriba a abajo, mi mirada se posó en los zapatos, y como por arte de magia estaban limpios limpios limpios, como no lo estaban desde que los compré. ¡Que suerte que nos llueva! Y así sucesivamente. El miércoles me di cuenta de que no creía en la educación y perdí la ilusión por la actividad que más tiempo ocupa en mi vida. Resultado: como de toda crisis, maduración, profundidad, mejor comprensión de la realidad. A todos nos aqueja un ramalazo del complejo ese de Peter Pan (por supuesto, de todos los demás también). Y es bueno de vez en cuando una palmadilla en el trasero que nos haga recapacitar.
Terminé Vida y Destino, de Vasili Grossman (DEbolsillo, 2009). Impresionante: sólo valoramos lo que tenemos cuando desaparece, así de triste es nuestra condición. Sigo con Claudio Rodríguez y su Poesía Completa: emocionado. Leo una Antología de Ezra Pound (Visor, Madrid 1983), Mi Ántonia, de Willa Cather, releo A merced de los pájaros, de Jesús Cotta y vuelvo constantemente a cinco o seis poemas, releo a Miguel D'ors y se lo leo a mis alumnos. Retomo Lo que vi en América (lo perdí) de Chesterton y es una fiesta, os lo aseguro. Leo a Aleixandre, sobre quien tenía bastantes prejuicios, y me empieza a gustar. Me acaba de saludar un alumno y el muy capullo me pregunta que qué hago aquí a estas horas. Le propongo ser mi secretaria. Bueno, ya seguiré, voy a convencerle de que lo sea.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

eres un genio!

Tinta y Ceniza dijo...

Artemi, cuánto tiempo, desde la Ciudad Condal se echan muchas cosas de menos... más para los que hemos sido, somos y seremos de Madrid. Pero por otro lado siento haber ganado mucho. Me he enamorado, una vez más de esta ciudad.

Te comunico, sin el corazón en la mano aunque sí con un evidente sentimiento de culpabilidad, que he dejado mi carrera. Por un lado me siento liberado, pues seguir con la publicidad significaba seguir vendiendo en un tenderete todas mis ideas e ideales, de ahí mi nueva elección: ahora estudio humanidades, y puedo decir que al fin me siento un poco más pleno (lástima que en un año de publicidad me dio tiempo a vender muchas cosas).

Te comunico, sin orgullo y sin modestia, que cuando me aburro sigo leyendo tu blog, la fresca risa tonta que produce me ayuda a seguir pensando en el color rosa de los laterales todo el día.

En fin, que al final siempre me enrollo para decir poca cosa, pero qué le voy a hacer, si hace tiempo ya que no me invitas a una cerveza... tiempo quedará para saldar estas deudas, pues muchos veranos nos quedan por delante y en alguno puede que, algún día, nos encontremos. Situación interesante, por cierto, que en los últimos meses conocí a un hermano tuyo. Por lo pronto saludaré en la Ciudad Eterna a muchos buenos viejos conocidos, parece que nos encontraremos allí muchos de los que antes nos veíamos a diario.

Cuida de mi hermano mientras yo te escribo apartando las telarañas de mi triste blog solitario.

Clamorosos saludos.

Tinta y Ceniza dijo...

Ahora siento haber gastado tantas letras...

Pero ahora ya da igual, demasiadas tiré a la basura escribiendo mentiras de poetas sensuales para aprobar mis últimos exámenes...

Artemi dijo...

Qué alegría volver a leerte y qué pena no poder oírte esta semana Santa. Pocas letras han sido para mi gusto, pero en fin... Y me alegra que hayas empezado una carrera que te va a encantar, ya verás. si te escapas por Madrid algún día no dejes de llamar, y ahora mismo voy a pasearme por tu blog. Un fuerte abrazo,
Juan